Si hacemos un poco de historia en el año 1930 llega al país oriundo de Bione, un pequeño pueblo de montaña, perteneciente a la comuna de Brescia, al norte de Italia. Aldo Gafforini, mi padre; con tan solo siete años; de él aprendí entre tantas otras cosas a amar la pintura.
Con los años llegaron los talleres, las muestras, los concursos del museo Sivori, y otros. Siempre con la premisa de disfrutar de la pintura, del color que va inundando la tela en un torbellino de imágenes que van surgiendo en total libertad.
El impresionismo es la corriente pictórica que me deslumbro y el gran Vincent (Van Gogh) me maravilló.
Si logro que alguna de mis obras toquen alguna fibra intima de tu alma, mi misión estará cumplida.